ROLLO Y OLMA

 

Ayuntamiento de Torralba

Entre la Alcarria y la Sierra Conquense

El rollo y olmo de Torralba, un poco de historia.

 

Empezaremos hablando de los rollos, su historia, su por qué y su desaparición. Los rollos eran unas columnas generalmente de piedra y rematadas por una cruz o una bola y que se levantaban únicamente en lugares con una categoría determinada: la de villa; estas columnas se colocaban en el lugar más visible y/o representativo de la villa por lo que generalmente estaban en las plazas y solían erigirse sobre una peana de varios escalones de piedra. Conviene no confundir lo que era y significaba un rollo con lo que era y significaba la picota, que consistía también en una columna de piedra o de madera dónde se ajusticiaba a los reos y se exponía a los delincuentes al escarnio público; no obstante, en muchos casos se terminaron usando los rollos para las mismas funciones que las picotas.

Torralba adquirió la categoría de Villa de Señorío en 1370 mediante privilegio confirmado por Enrique II, por lo que podemos pensar que el rollo de la Plaza de la Villa fue erigido alrededor de esa época.

Los rollos fueron mandados derribar en 1813 por las Cortes de Cádiz que abolieron los señoríos jurisdiccionales; sin embargo, el rollo de Torralba (y hablamos aquí únicamente de la columna), debió desaparecer antes como veremos a continuación, permaneciendo únicamente la grada inferior, la cual ha mantenido la denominación de “rollo” hasta el día de hoy.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Decíamos antes que el rollo de Torralba desapareció antes de 1813 porque en el lugar dónde estaba y sobre la misma peana se plantó un olmo para finales de S. XVIII.

 

Olmos en los lugares más representativos de los pueblos, generalmente en las plazas y especialmente en Castilla, hay en numerosas poblaciones y en muchas de ellas también plantados sobre la peana o grada de piedra dónde originalmente estaban los rollos o las picotas.

 

El origen de estos olmos no se sabe con claridad, aunque sabemos que en 1798 Carlos IV, ante la falta de madera, ordenó hacer plantaciones de olmos en todo el reino por lo que se puede pensar que estos olmos de las plazas se plantarían como conmemoración de esas plantaciones. También sabemos que con la llegada de la Constitución de 1808 se plantaron olmos en las plazas de los pueblos para celebrar los nuevos ayuntamientos constitucionales. Sería, pues fácil relacionar la demolición de los rollos con la plantación de un olmo en su lugar.

Sin embargo, en el caso del olmo de Torralba esta relación parece que no es así puesto que un documento conservado por un vecino de Torralba, ya fallecido, hace constar que la olma del Concejo de Torralba fue plantada el 05 de febrero de 1787, figurando en este documento incluso el nombre de la persona que lo plantó.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A partir de esa fecha la historia el olmo de Torralba fue sirviendo para acoger bajo sus hojas a los vecinos de la villa y en el rollo que lo sustenta se debieron celebrar, como ocurrió en otros lugares, las reuniones del concejo para deliberar sobre cuestiones del pueblo.

 

Como todo ser vivo fue creciendo y envejeciendo, afectado por la enfermedad de la grafiosis, la cual ha acabado con prácticamente la totalidad de estos olmos, fue siendo tratado y sobrevivió durante varios años recuperando su esplendor, hasta que en el año 2009 enfermó de nuevo, esta vez de manera definitiva, muriendo unos meses después.

 

Ahora sólo queda, siguiendo el ciclo vital, ser sustituido por otro de su especie en el mismo rollo donde él ha crecido y buscarle, si es posible, al tronco que del viejo olmo queda, un lugar que nos haga, al verlo, recordar su historia y con ella parte de la historia de Torralba.