CUEVAS Y VINO

 

Ayuntamiento de Torralba

Entre la Alcarria y la Sierra Conquense

Si hay algo genuino en Torralba, y en las localidades próximas, son las cuevas que horadaran el suelo alcarreño, y las de Torralba parecen ser donde pudieron surgir estos curiosos "habitáculos", sus origenes son totalmente desconocidos aunque por su situación en el cerro del Castillo Árabe debió ser contemporaneo a él, de hecho la mejor conservada de todas las cuevas es la situada en medio de la explanada donde se situaba el Castilo, y que hacía las veces de aljibe, donde se almacenaba el agua para épocas de escasez o de asedio.

 

Curioso es que la mayoría de estas cuevas en la antiguedad estaban unidas, en un laberinto subterráneo, se desconoce la utilidad de este entramado laberíntico con tantas puertas como cuevas lo forman, quizá defensivo ¿?. Las cuevas con toda seguridad se han utilizado como viviendas, almacenes, pequeñas industrias para elaboración de champiñones y setas, y por supuesto para la elaboración de vIno. Sabido es el gusto de los antiguos por este preciado elemento y en estas cuevas encontraron las perfectas condiciones de temperatura y humedad para su elaboración, sin duda quedan vestigios de lo ancestral de esta tradición en el pueblo, entre otras cosas en el habla y utensilios utilizados, como el jaraiz donde se elabora el vino y las tinajas donde se cueze.

 

La situación actual del conjunto cuevero deja mucho que desear a pesar de varias actuaciones para su mejora , fundamentalmente por la tremenda despoblación que ha sufrido el pueblo y el olvido general sufrido, cada cueva por tradición pertenecía a una familia del pueblo y era heredada generación tras generación, al emigrar a la ciudad la cueva quedo desprotegida y a merced de la intemperie. Fácilmente en origen pudo haber al menos 200 cuevas, basta darse un paseo por el cerro para ver que de muchas sólo quedan escombros de imposible recuperación, aproximadamente unas 60 siguen en buen estado de conservación y dentro de ellas unas 25 siguen elaborando el preciado caldo, siguiendo fielmente la tradición enseñada por los abuelos.

 

En los últimos años se está revitalizando la utilización de las cuevas por parte de la gente jóven, uno de los motivos es la realización cada último finde de Febrero o Primero de Marzo de la JORNADA DE CUEVAS ABIERTAS realizada por la Asociación Torre-Alba donde se hace una ruta por todas las cuevas que hacen vino todavía, unas 25, probando los caldos del año y pasando un día, sin duda inolvidable.

 

Este patrimonio culturral y arquitectónico es visitable todos los días de año simplemente subiendo al cerro del Castillo, y si se tiene suerte y nos topamos con algún cuevero no se dude en pedirle un chato de vino, seguro que no se arrepentirá de tal experiencia