Historia

 

Ayuntamiento de Torralba

Entre la Alcarria y la Sierra Conquense

Historia:

Los datos más antiguos que tenemos datan del tiempo de los romanos, quedando ruinas de la vía secundaria que unía Cartago Nova con Complutum. De la Edad Antigua datan los restos de una villa de recreo, además de la mina de yeso de donde se extraía lapis specularis o espejuelo, un yeso cristalizado muy apreciado por los romanos y utilizado a modo de cristal en las ventanas y decoración de paredes y suelos. De esta mina se conserva una entrada en el paraje de "La Dehesa".

 

 

 

 

 

 

 

Las tierras de Torralba debieron ser conquistadas bastante antes que la propia ciudad de Cuenca, que lo fue en 1177. Esto hace pensar que, en su origen, debió depender en cierta medida de la Orden de Santiago, o del Concejo de Guadalajara y muy probablemente sus gentes acompañaron a Alfonso VIII de Castilla en la toma de la capital.

 

Por cédula de 29 de junio de 1311, el rey Fernando IV de León y Castilla, ordenó que Torralba se sometiese al concejo de Cuenca. Dentro del Común de Villa y Tierra de esta ciudad castellana, Torralba fue designada como cabeza de un sexmo relativamente extenso, que incluía las tierras de Albalate de las Nogueras, Arrancacepas, Bólliga, Castillo-Albaráñez, Fuentesbuenas, Helliz, Olmedilla, Villaconejos de Trabaque, Villar de Domingo García y Villarejo del Espartal. Sin embargo, pese a permanecer como cabeza de sexmo, el Concejo de Torralba pasó muy pronto a ser tierra de señorío: en un privilegio, confirmado por Enrique II de Castilla el 15 de abril de 1370, se concede a Don Alvar García de Albornoz, hermano del cardenal Gil de Albornoz, las villas de Torralba y Tragacete con sus castillos, términos y vasallos. Y pese a ser villa de señorío y pagar su martiniega, Torralba ostenta todavía hoy un bello ejemplar de olmo castellano, con un alcorque en forma de escaño, y bajo cuyas ramas se impartía la Justicia hasta la caída del Antiguo Régimen. Algo alejado del casco se encuentra el cerro de La Horca, donde precisamente se emplazaba este instrumento para la ejecución de la pena máxima. Posteriormente, la historia de Torralba está ligada a la de sus señores, dueños de un castillo del que hoy sólo quedan unas ruinas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Para dar testimonio del relativamente apacible siglo XVIII español, en 1768 se publicó en Madrid la obra "Población General de España, sus Reynos y Provincias, Ciudades, Villas y Pueblos, Islas Adjacentes y Presidios de África", escrita por Juan Antonio de Estrada, pagador. Allí se dice que A cinco leguas de la ciudad de Cuenca está la villa de Torralba, lo mismo que Torre-blanca, situada en una cuesta con muros y fuerte castillo: coge razonablemente pan, vino, aceyte y mucha miel. Es la mejor de tierra de Cuenca, y produce azafrán, frutas y hortalizas: tiene 400 vecinos en una Parroquia, y dos Ermitas. Por su parte, el "Diccionario Geográfico Universal", publicado en 1795 por Don Antonio Vegas, dice de Torralba de Cuenca que es "Villa de España en la Provincia de Guadalaxara y su Partido, corresponde al Obispado de Cuenca: es Villa de Señorío Secular, con Jurisdicción Ordinaria , por lo que nombra Alcaldes Ordinarios para su gobierno. Tiene una Parroquia, y una Ermita dedicada á Santa Ana, de mucha devoción de sus vecinos. Es Pueblo de conocida antigüedad y fortaleza, según la que todavía existe"

 

Don Sebastián de Miñano dedica al Rey Fernando VII en 1828 un "Diccionario Geográfico Estadístico de España y Portugal" donde Torralba queda censada como sigue:

 

V. S. de España, provincia, obispado y partido de Cuenca. A. O., 300 vecinos, 800 hab., 1 parroquia. , 1 pósito. Situado en un hondo, entre E. y N. ; tiene un cerro que la domina con un castillo o fuerte muy antiguo, el cual pertenecía a la Casa de Ariza, pero está demolido, y solo existen 2 paredones y una almena; además tiene esta villa un riachuelo que llaman el Cerralbo, el cual en el verano, cuando descarga alguna nube, sale de madre e inunda todo el arrabal. Produce trigo, cebada, centeno, avena, azafrán, aceite, vino, patatas, alazor, almortas, garbanzos y cerezas. Dista 5 leguas de la capital y tres cuartos de hora de camino militar de Villar de Domingo Garcia (véase Priego). Contribución: 6.801 reales. 14 mrs.

De este último texto se deduce que el castillo de Torralba debió arruinarse durante la invasión francesa y, en efecto, el "Panteón de los Mártires Españoles, sacrificados por la libertad e independencia", escrito por Luis de Cucalón y Escolano en 1849, refleja que en otoño de 1808 el entonces Mariscal Lacy persiguió a los franceses por tierras de Torija, Budia y Torralba, hasta Cuenca.

 

Durante las guerras carlistas, las comarcas alcarreñas permanecieron leales a Don Carlos V (2), y Torralba no debió ser una excepción. Por sus tierras pasó el general liberal Espartero hacia Valencia, para intentar dar caza a las tropas del Rey.

 

Demografía:

Demográficamente, la Villa debió ser de notable importancia en la Edad Media, decayendo en su población a mediados del siglo XVIII por la crisis del comercio de la lana que sufrió toda la provincia. El Catastro de Ensenada, de 1752, cataloga a Torralba dentro de la Provincia de Guadalajara, y censa un total de 187 cabezas de familia, de los que 21 eran de condición hidalga, contando a los menores bajo tutela y las viudas.

 

El éxodo provocado por las guerras de la primera mitad del siglo XIX, que dejan a Torralba con 184 hogares, y una población de derecho de 731 personas censadas. La Guerra Civil Española provoca un nuevo éxodo que rápidamente se recupera, llegando la población a alcanzar el pico de 389 hogares y 1.006 habitantes censados. El nuevo éxodo provocado por la situación agraria hace que hoy día la Villa cuente con solo 143 habitantes censados, de los cuales una buena parte son residentes estacionales.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Personajes Ilustres

Enrique de Aragón llamado "El Nigromante", (1384-1434) nació y residió en ella bastante tiempo, abandonándola alguna vez para apaciguar, en la capital, los ánimos encontrados de los Hurtado de Mendoza y los Vázquez de Acuña. En esta villa terminó su libro "Arte Cisoria" el 6 de septiembre de 1423.

 

 

 

 

 

 

 

Gonzalo de Solórzano, (15??-1580) Obispo de Mondoñedo y posteriormente de Oviedo.

Fray Francisco de Santiago y Calderón, Obispo de Oaxaca de 1729 a 1736 nombrado por presentación de Felipe V de España.

Luis de Salcedo y Cañamares (1552 - 1627) Licenciado en cánones por la Universidad de Salamanca, a cuyo Colegio Mayor de San Bartolomé había ingresado en 1584. En 1597, nada más concluir sus estudios, fue nombrado Oidor en Galicia y al año siguiente pasó a la Contaduría Mayor, desde la cual ascendió al Consejo de Indias por título del 26 de febrero de 1602 e ingresó a su Cámara para substituir al licenciado Alonso Molina de Medrano de acuerdo con su título fechado el 19 de mayo de 1603. Luego pasaría al Consejo de Castilla (23-XII-1609) y a su Cámara (3-VIII-1618), permaneciendo en ella hasta su muerte. Obtuvo el hábito de la Orden de Santiago en 1622. Había contraído primer matrimonio con una hija del licenciado Muriel, del Consejo de Castilla y segundo matrimonio con doña Ana Zorrilla y Arce, hija de doña Juliana de Arce y Manrique y hermana de la condesa de Escalante.

Alfonso de Marañón y Espinosa, arcediano de Tineo y primer rector de la Universidad de Oviedo.

Antonio de Gaona, Caballero de Santiago cuya lápida se conserva en la Ermita de las Nieves.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Economía:

Municipio dedicado mayoritariamente a la agricultura. No hay que menospreciar las actividades ganaderas, hosteleras y del ramo de la construcción. Dentro de los productos artesanos que pueden adquirirse en la población, cabe destacar la miel de la Alcarria. En la I Jornada de Cuevas Abiertas, celebrada en febrero de 2008 se ha conseguido atraer la atención hacia esta ancestral forma de producción de vino que, aunque destinado al consumo privado, no deja de resultar enormemente atractivo para el turismo.

 

 

 

 

 

 

Torralba en la literatura:

Torralba aparece citada en la famosísima novela picaresca Gil Blas de Santillana, del francés Alain-René Lesage.